Comunicado de Prensa número 738 .:. 31 de octubre de 2014
Centenario Hospital Miguel Hidalgo
Entender que la muerte está inevitablemente ligada a la vida ayuda a enfrentarla
El festejo de Día de Muertos es una buena ocasión para hablar de la muerte personal y de los seres queridos
"Creemos que algunos padecimientos como el cáncer son sinónimo de muerte, y no es así. El cáncer es una enfermedad fuerte como el VIH, o quizá una diabetes mal cuidada. Es más severa porque tenemos ciertos tratamientos que agreden nuestro cuerpo, necesarios; pero, si la sintomatología se detecta a tiempo y seguimos los pasos que los médicos nos indican, los pacientes salen adelante", declaró la Lic. Luz María Oropeza de la Rosa, tanatóloga del Centenario Hospital Miguel Hidalgo.
"Tenemos muchos casos ya en vigilancia que hoy en día están curados, jóvenes que ya terminaron su carrera o que están cursando la universidad y se encuentran en observación. Es muy interesante como el niño pone todo lo que está en él para salir adelante y, efectivamente, muchos de ellos lo logran", enfatizó Oropeza de la Rosa.
A propósito de la festividad del Día de Muertos a celebrarse este fin de semana, la tanatóloga del Hospital Hidalgo sostuvo: "NO necesitamos tener una enfermedad para disfrutar el hoy; para no perder el sentido de nuestra vida, disfrutar lo que se tiene, vivir las experiencias y aprender de estas. Hay mucha gente que no está enferma y desafortunadamente ya perdió el sentido de vida".
"Nuestro país festeja a la muerte desde que el hombre está presente en la tierra y siempre se le ha dado un culto muy especial, la ha homenajeado, se ha burlado un poco de ella, pero el miedo a la muerte siempre estará presente en el hombre por el desconocimiento de lo que hay en otro mundo distinto del que tenemos."
La experta en el fenómeno de la muerte expresó que el binomio vida-muerte es lo más importante en el hombre. "Así como aplaudimos el nacimiento de un ser humano también hay que celebrar la muerte. Finalmente algún día tenemos que terminar nuestro camino en la vida, y de la mejor forma intentar partir, saber que nuestro tiempo termina, despedirse, pedir perdón, resolver pendientes legales y emocionales, darle un sentido a la muerte y así los que se queden se queden tranquilos y en paz, recordando a la persona querida con amor y respeto; y el que se va, se vaya tranquilo y en paz", concluyó.